Para que lo/as adolescentes y jóvenes puedan dirigir su futuro, necesitan conocerse a sí mismos y comprender sus limitaciones y sus fortalezas respecto al aprendizaje académico, las relaciones, el empleo, la participación en su comunidad y la necesidad de apoyos. Con esta información, están mejor posicionados para planificar, tomar decisiones y aprender de sus experiencias.
La familia y las redes de apoyo son relevantes en los procesos de transición a la vida adulta, ya que pueden potenciar o frenar los cambios de la persona que se inicia en un proyecto de vida autónomo. La actitud de colaboración de la familia es un elemento determinante a la hora de generar vínculos sociales, participar de diferentes espacios, realizar actividades de esparcimiento, conseguir y mantener una rutina diaria realizada independientemente.
Para acompañar el proceso de la independencia es fundamental entender que este proceso es gradual, requiere de apoyos y recursos adecuados para favorecer el desarrollo de habilidades y competencias en diferentes áreas de la vida.
En Ilika nos reunimos los días viernes cada 15 días con adolescentes y pre adolescentes para comenzar a preguntarnos: ¿cuáles son aquellas habilidades y herramientas que debemos adquirir para lograr tener mayor independencia acorde a los momentos y desafíos que se van presentando en el desarrollo?

